Para aquellos que piensen que el término “troll” es de reciente creación, debo decirles que desde finales de los noventas ya existía. Desde aquellos años en que usábamos mIRC, pasando por las salas de chat y luego por los foros de discusión, ya había “trolles” en el ciberespacio.
A finales de los 90´s, me aficioné mucho a los foros de discusión. Pasé desde el extinto foro del monero Trino llamado “El Paraíso”, por Forinautas, El Bar de las buenas compañías (administrado por mi amigo conocido como “el poder”), el Foro Sin Nombre (el original que administraba el “Rayo de Jalisco”, que ya no existe), Foros México, los Foros de la Presidencia, Grillonautas (administrado por Gerry), Red Gótica y algunos más que ya no recuerdo. Todo esto muchos años antes de que se popularizara el uso de los blogs, y mucho antes de Twitter y Facebook.
Fue precisamente en estos foros de discusión como me encontré a Víctor Hernández, quien más adelante se convertiría en uno de mis mejores y más grandes amigos (a pesar de que desde los 90´s, Hernández ya era todo un hipster, jojojo). De ahí también conocí a varios personajes: al “Kindos”, al “Spockabo”, al “Rvdo Flais” a “Asimov”, a la “Herida”, al “Chidoguán”, “Radelape”, “Music” y muchos otros que recuerdo gratamente. Y sí, también ahí conocí a “Beam”, y al “Morfo”.
Las discusiones eran bastante variadas: música, arte, pornografía, erotismo, sarcasmo, literatura, política, fotografía y hasta temas escatológicos. Y muchas mentadas de madre. Por allá del año 2004, se comenzaba a hablar de la sucesión presidencial del 2006 y muchos temas se volvieron casi en su totalidad políticos.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fungía como Jefe de Gobierno del DF, y se perfilaba muy fuerte como el candidato presidencial de la izquierda. En esos años del desafuero, a mí se me ocurrió crear un tema en “El Foro sin Nombre” en donde la idea era ir documentando, de alguna manera, los sucesos del desafuero y hacer una especie de archivo histórico virtual en donde pudiéramos hacer una retrospectiva para entender mejor el camino de AMLO hacia las elecciones del 2006. Dicho tema se llamaba: “El Sendero del Peje hacia el 2006”.
Y así comencé a hacer una especie de archivo virtual, con documentos, fotos, notas periodísticas y claro, opiniones personales. Y precisamente en la lógica que pretendía tener este tema, se sumó Víctor Hernández, quien también aportaba la mayor cantidad de contenido en ese tema.
Comencé a hablar de los “trolls”, porque fue ahí donde al menos yo, los conocí en su totalidad. Uno de los miembros de ese foro, un usuario que se hacía llamar “Rafael Norma”, comenzó a trollear el tema. A mí no me afectaba tanto, pero a Víctor sí le desagradaba sobremanera esa situación. A los pocos días, recibí un correo de Víctor en el que me decía, palabras más, palabras menos, lo siguiente: “Ya me harté de los trolleos en el tema de “El Sendero”, así que abrí un blog para continuar con lo que hacemos, y le puse precisamente el mismo nombre del tema del foro: «El Sendero del Peje”.
De esta forma, tan solo Víctor Hernández y yo, comenzamos un blog que, para bien o para mal, fue un parteaguas como nunca se había visto en México. Posteriormente se le unieron “Renegado Legítimo, “Beam”, “Morfo” y varios más. Así nació “El Sendero del Peje”, que años más tarde se convertiría en “SDP Noticias”, hasta convertirse en lo que tristemente, se ha convertido hoy: en un portal que se vende al mejor postor donde hasta un perro puede ladrar, con mala ortografía, una columna mal redactada. (Para aquellos que no lo han notado, “SDP” son las siglas de “Sendero Del Peje”).
A diferencia del bodrio en lo que hoy lo tiene convertido Federico Arreola, nosotros comenzamos sin publicidad, sin apoyos económicos, ni patrocinios de partidos políticos, ni entradas de dinero. Ni siquiera lo hicimos pensando en convertir en blog en un portal noticioso, ni mucho menos. Éramos simplemente ciudadanos indignados apoyando nuestros ideales, sin ninguna otra motivación que participar en un proyecto político en el cual creíamos.
Lo anterior nos permitía publicar nuestras opiniones sin ningún compromiso, de forma crítica y de una forma fresca y amigable. Los periodistas Jaime Avilés y Julio Hernández, fueron los primeros que comenzaron a hablar del blog, y de pronto, nos dimos cuenta de que el número de visitas al blog iba creciendo, y más aún, se acercaban las elecciones presidenciales del 2006.
Fue en ese tiempo, cuando otros lectores, motivados por las mismas causas que nosotros, comenzaron a sumarse como colabores del blog, mandándonos materiales y opiniones que considerábamos que debían ser publicadas, hasta que de plano a los más entusiastas les pedimos que escribieran de forma directa en el foro. Sin dinero, sin infraestructura, “El Sendero del Peje” se convertía en un proyecto grande.
El día de las elecciones del 2006 (y en mi opinión, el día que se consumó el fraude electoral), se nos ocurrió pedirle a los lectores que le tomaran una foto a las sábanas electorales que se pegaran fuera de las casillas. Nuestra intensión, era comparar los datos de las sábanas contra los datos que se publicaban de la misma casilla, en la página del IFE, en donde pudimos observar que había pequeñas diferencias, pero todas con dos constantes: AMLO siempre tenía la diferencia en contra, mientras que Calderón siempre tenía la diferencia a favor.
Así lo publicamos. Fue sorprendente la colaboración de los lectores, ya que no nos dábamos abasto para publicar todas las fotos y los materiales que nos mandaban, así como para leer los cientos de e-mails que nos llegaban. Hago hincapié en que nuestra participación en este proyecto era por amor al arte: todos nosotros teníamos nuestros empleos, y en nuestros datos libres alimentábamos la información del foro. Hasta que llegó un momento en el que al menos, uno de nosotros tendría que dedicarse de tiempo completo al blog, si es que queríamos que el blog siguiera. Recuerdo que estuvimos a punto de cerrar el blog, ya que “El Sendero del Peje” se había convertido en un proyecto muy grande que no podíamos mantener.
Fue así como Víctor Hernández decidió dedicarse de lleno a este proyecto. Varios de nosotros, y muchos lectores de ese tiempo, le propusimos a Víctor que siguiera con el proyecto y que se dedicara de tiempo completo, pero había que mantener de nuestro bolsillo el blog. Poco tiempo después, aparecería Federico Arreola, ex Director del diario “Milenio”, como socio accionista de Víctor Hernández.
La entrada de Arreola al proyecto provocó muchas discusiones en el interior de los entonces colaboradores. Desde luego, sabíamos quién era Arreola, sabíamos que se encontraba dentro del círculo cercano de AMLO. Y sabíamos que su ingreso implicaba entradas de capital y, por qué no, aprender el oficio periodístico. Fue por medio de él, por ejemplo, que yo pude colaborar escribiendo para la revista “El Chamuco”, y tener oferta de otros diarios, e incluso, ser invitado por Ramón Alfonso Sallard, Alejandro Encinas y Laura Itzel Castillo para escribir en el proyecto periodístico “El periódico”, entre otras ofertas.
A la postre, muchos de nosotros tuvimos diferencias de opinión irreconciliables, y la gran mayoría de los que iniciaron el periódico se fueron. Yo por mi parte, seguía enviado mis columnas, a pesar de mis propias diferencias con Arreola y de que SDP Noticias había comenzado a tener fuertes problemas económicos, los cuales persisten hasta el día de hoy.
Un día, mis diferencias editoriales con Arreola fueron tan grandes, que decidí abandonar SDP Noticias. Me negué a formar parte de algo que había perdido su rumbo y esencia original. Y sin afán de ofender a nadie, me negué a ser “un twittero pendejo más” que escribía pendejadas (no columnas) en SDP Noticias.
No es importante. La prostitución editorial de Federico Arreola hizo que un proyecto productivo y noble, se convirtiera en un negocio familiar que más que otra cosa, busca el favor político. Insisto: No es importante. El ejemplo estaba dado, y muchas otras personas aprendieron del modelo original de “El Sendero del Peje” y pudieron alzar la voz. Por eso no es importante. Porque aún al día de hoy, y aún con muchos amigos perdidos, (y si ese antiguo amigo lee esto, sabrá inmediatamente que me refiero a él) demostramos que la convicción de estar seguro de lo que se cree, es más poderosa que la convicción del poder. En paz descanse SDP Noticias, o el zombie que queda de él.
No importa, porque aún al día de hoy, esto es lo que puedo compartirle a los que integran el movimiento de “Los Indignados”. Saber lo que se quiere, y saber exactamente cómo lograrlo (y discúlpenme, pero creo que les falta definición y dirección en sus demandas, a pesar de que en esencia comparto muchas de sus ideas). Espero que esta historia pueda, desde mi modesta trinchera, ayudarlos a hacer escuchar más fuerte sus demandas, y a convertirlas en un movimiento masivo. Porque al día de hoy, puedo pensar en que a falta y en honor a lo que significó “El Sendero del Peje”, surja un verdadero “Blog de Izquierda” que pueda llenar el vacío. Porque si alguien levanta la mano para crearlo y veo firmeza en sus ideales, yo seré de los primeros en apoyarlo.
Los detractores, los traidores, siempre van a existir. Pero nunca, ninguno de ellos, puede destruir el espíritu puro de los ideales justos. Esto es, quizá, lo más valioso que puedo regalarle a “Los Indignados”. El aprendizaje que me dejó el haber sido el creador de “El Sendero del Peje”.